CONCILIA

Montse Miralles, Premio Gabardera 2019

“Humildad, respeto y colaboración son algunas de sus señas y también de sus enseñanzas. Montse Miralles es una gran madre y abuela, pero también una mujer empresaria que ha roto con los estándares de pensamiento rechazando en muchas ocasiones las convenciones y las normas, siguiendo sus propios criterios, disfrutando con sus planes y retos, superando las situaciones más complicadas hasta la consecución de sus metas”. Por todas estas cosas, y por muchas otras, esta monegrina, implicada en la vida social y cultural tanto en Sariñena como en el resto de pueblos que lo rodean, recibía este sábado el Premio Gabardera que otorgan la Coordinadora de Asociaciones de Mujeres de Los Monegros y el proyecto CONCILIA a través de CEDER Monegros.

 

Visiblemente emocionada por este galardón y por los aplausos del casi medio millar de mujeres que llenaban el salón multiusos de Sena, Montse Miralles recibía el Premio “Gabardera” de manos del presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, quien pedía en la clausura del acto a las administraciones que legislan “que vuelvan sus miradas hacia nuestros pueblos y en favor de la mujer rural” porque “cuando se cuestionan los servicios en los pueblos y se dice que son caros en quien recae fundamentalmente es en la mujer”.

 

Antes de la entrega de esta distinción, tomaba la palabra la alcaldesa de la localidad, Rocío Sanz, quien ponía en valor “el papel de las mujeres para la persistencia del medio rural y de las asociaciones que las aglutinan, principalmente en Los Monegros. Entidades que dinamizan la vida en los pueblos, que son clave para que no se pierdan muchas de las tradiciones de los municipios monegrinos, y que unen a las mujeres haciéndolas más fuertes”.

 

De la unidad hablaba también Silvia Salazar, presidenta de la Federación Coordinadora de Asociaciones de Mujeres de Los Monegros, haciendo referencia a las multitudinarias manifestaciones del día anterior. “Ayer llenamos las calles clamando al unísono que queremos un mundo feminista, un mundo cuya seña de identidad sea la igualdad efectiva. Mujeres de todas las edades, de todos los ámbitos y respetuosas con la libertad de elección de cada cual con un lema común:” Ni un paso atrás”.

 

Los beneficios de trabajar por la igualdad, explicaba Salazar, “son evidentes. Hacen posible la transformación y el cambio, no solamente en las relaciones humanas sino también en el entorno en el que vivimos”. Por eso, animaba a los hombres a “reelaborar y reinterpretar unas nuevas relaciones bajo el prisma de la igualdad” y a las mujeres a “seguir construyendo nuestro propio modelo de vida. Nos tenemos que creer que somos autosuficientes, que estamos preparadas para lograrlo. Somos y seremos todo lo que queramos ser, todo lo que luchemos, todo lo que construyamos”.

 

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